6 may 2008

Lenguas muertas (ó Historia natural de una ruptura)


1) Lo primero que se va es el amor, que puede ser abrupto o anunciado.

2) Después te deja de gustar, y volvés a sensibilizarte ante la belleza de los demás.

3) Una vez pasada esa etapa, porque estás conociendo gente nueva, por revelación o por despecho, empieza a dejar de parecerte tan único, tan especial o tan interesante. El miedo y la culpa de la oportunidad malograda se diluyen, aunque aún no desaparecen del todo

4)Tenés que rendir 35 exámenes.

5) Finalmente, se esfuman el diálogo, los chistes, los apodos, los términos comunes. El entendimiento mágico que alguna vez fue muta en un discurso inexacto y ambiguo, lleno de reproches y desaciertos.

Y acá es donde empieza el verdadero duelo, porque ya no es llorar por la pérdida de alguien que quisiste, sino que te despedís también y para siempre del idioma que construíste con él, de las resignificaciones de las palabras, de la plasticidad del lenguaje que modelaron juntos. Quizás ambos tengan ganas de hablarse, pero ya olvidaron cómo. Y es tan triste como lógico: ninguno de los dos es ni va a ser nunca más el mismo.