20 ago 2012

Crazy. Little. Thing.


El amor esta hecho de todo lo que es uno, todo lo que es el otro y una cosa más, que solo tiene lugar cuando esas dos personas se encuentran. Para mi, eso constituye lo más puro y lo más sublime del amor. Uno, con más o menos defectos, mejoras o experiencia, va a ser el mismo siempre. Y el otro, por su parte, también. Por ejemplo, yo, como pareja, siempre fui interlocutora, cocinera, graciosa y un poco inestable. Ok, bastante. Fui así con mi primer novio, a los 15 años, y con mi ultimo novio a los 29. Calculo que a los chicos les pasará otro tanto.

Pero eso otro, eso que nace y muere en el abrazo de una pareja, eso es lo que me quita el sueño. Cómo se llama? Cómo retenerlo? Es eso lo que lloramos cuando nos separamos? Porque el otro, si bien ya no en la pareja, sigue estando. Está ahi, más cerca, más lejos, pero está. Y nosotros también estamos. 

Pero bueno, a pesar de eso, cuando nos separamos lloramos como si algo hubiera desaparecido para siempre. Lloramos por el otro, por nosotros (el menos noble de todos los llantos) y lloramos porque perdimos esa singularidad que se generaba cuando estábamos juntos. A veces la perdemos, a veces se gasta,  a veces la tenemos que destruír para poder alejarnos del otro, que nos hace mal.  A veces la extrañamos tanto que buscamos reconstituírla con otro otro y el resultado es, la mayoría de las veces, infernal. Porque miramos esa cosa nueva generada  a la fuerza que de pronto esta ahí, ocupando un lugar ficticio en nuestra vida y nos enoja y avergüenza, como una imitación malograda de una obra hermosa.

En fin.
La gente que usa imitaciones es la que realmente no puede acceder al original o,  la que pudiendo, no quiere pagar ese precio.